Mensaje, 8 de enero de 1987


 
¡Queridos hijos! Deseo agradecerles cada respuesta a los mensajes. Especialmente, queridos hijos, les agradezco todos los sacrificios y las oraciones que ustedes me han ofrecido. Queridos hijos, de ahora en adelante, Yo deseo darles los mensajes pero ya no cada jueves sino el día 25 de cada mes. Ha llegado el tiempo en que se ha realizado todo lo que mi Corazón deseaba. A partir de hoy les daré menos mensajes, pero Yo sigo estando con ustedes; por tanto, queridos hijos, les suplico: escuchen mis mensajes y vívanlos, a fin de que Yo pueda guiarlos. Queridos hijos, gracias por haber respondido a mi llamado!
Para de comparación con distinto lingüístico versión escoja

Para que Dios pueda vivir en sus corazones, deben amar.

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