Mensaje, 25 de agosto de 1993


¡Queridos hijos! Quiero que ustedes entiendan que Yo soy su Madre, que Yo quiero ayudarlos y llamarlos a la oración. Sólo por medio de la oración ustedes pueden entender y aceptar mis mensajes y ponerlos en práctica en sus vidas. Lean la Sagrada Escritura, vívanla y oren para entender los signos de los tiempos. Estos son tiempos especiales. Por eso, Yo estoy con ustedes para atraerlos a mi Corazón y al Corazón de mi Hijo Jesús. Queridos hijitos, Yo quiero que ustedes sean hijos de la luz y no de la oscuridad. Por tanto, vivan lo que Yo les estoy diciendo. Gracias por haber respondido a mi llamado!
Para de comparación con distinto lingüístico versión escoja

Para que Dios pueda vivir en sus corazones, deben amar.

`