“Por eso, queridos hijos, oren para que de sus corazones pueda brotar una fuente de amor hacia cada persona, incluso hacia quienes los odian y los desprecian a ustedes. De esa manera, ustedes serán capaces de vencer, con el amor de Jesús, todas las miserias de este mundo lleno de sufrimientos, el cual está sin esperanza para aquellos que no conocen a Jesús.”