Mensajes de Medjugorje

¡Queridos hijos! Hoy estoy unida a ustedes en la oración de un modo especial, orando por el don de la presencia de mi hijo amado en su país. Oren, hijitos por la salud de mi hijo más querido, que sufre y a quien yo he escogido para estos tiempos. Yo oro e intercedo ante mi Hijo Jesús, para que se realice el sueño que tuvieron sus padres. Oren, hijitos, de manera especial porque Satanás es fuerte y desea destruir la esperanza en sus corazones. Gracias por haber respondido a mi llamado!
(Nuestra Señora se refiere al Santo Padre Juan Pablo II cuando dice “mi hijo más amado, que sufre y a quien yo he escogido para estos tiempos...” En ese tiempo el Santo Padre tenía planeado visitar Sarajevo el 8 de septiembre y Zagreb el 10 y el 11 de septiembre.)
¡Queridos hijos! Hoy los invito a que se decidan pacientemente a dedicarle tiempo a la oración. Querdos hijitos, ustedes no pueden decir que son míos y que han experimentado la conversión a través de mis mensajes, si no están dispuestos a dedicarle tiempo a Dios cada día. Yo estoy cerca de ustedes y los bendigo a todos, queridos hijitos. No olviden que si no oran, no estarán cerca de Mí ni del Espíritu Santo, Quien los guía en el camino a la santidad. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy día me regocijo en mi corazón mirando a todos los aquí presentes. Los bendigo y los invito a todos a que se decidan a vivir mis mensajes que aquí les doy. Yo deseo saludarlos a todos y conducirlos a Jesús, porque El es su salvación. Por tanto, hijitos, mientras más oren, más serán míos y de mi Hijo Jesús. Los bendigo a todos con mi bendición materna. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Los invito a todos a tener más confianza en Mí y a vivir los mensajes más profundamente. Yo estoy con ustedes e intercedo ante Dios por ustedes, pero también espero que sus corazones se abran más a mis mensajes. Regocíjense porque Dios los ama y les da la posibilidad de convertirse cada día y creer más en Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy los invito a todos a que se decidan a orar por mis intenciones. Hijitos, Yo los invito a todos a ayudarme a realizar mi plan a través de esta parroquia. Ahora, de una manera especial, hijitos, los invito a decidirse a recorrer el camino de la santidad. Sólo entonces estarán cerca de Mí. Yo los amo y quiero conducirlos a todos conmigo al Paraíso. Pero si no oran y no son humildes, ni obedientes a los mensajes que les estoy dando, no podré ayudarlos. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy me regocijo con ustedes y los invito a abrirse a Mí y a convertirse, en mis manos, en un instrumento para la paz del mundo. Yo deseo, hijitos, que todos ustedes, los que han sentido el aroma de la santidad a través de estos mensajes que les estoy dando, que lo lleven a este mundo hambriento de Dios y del amor de Dios. Les agradezco a todos que hayan respondido en tal cantidad y los bendigo a todos con mi bendición maternal. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy les doy gracias por sus oraciones. Todos ustedes me han ayudado a fin de que esta guerra pueda terminar lo más pronto posible. Yo estoy cerca de ustedes y oro por cada uno y les pido: Oren, oren, oren! Sólo a través de la oración podremos vencer el mal y proteger todo lo que Satanás quiere destruir en sus vidas. Yo soy su Madre y los amo a todos por igual e intercedo por ustedes ante Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Todos ustedes son mis hijos. Yo los amo. Pero hijitos, no deben olvidar que sin oración no podrán estar cerca de Mí. En este tiempo, Satanás quiere crear desorden en sus corazones y en sus familias. Hijitos, no cedan. No deben permitirle a él que los guíe ni a ustedes ni sus vidas. Yo los amo e intercedo por ustedes ante Dios. Hijitos, oren! Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy me regocijo con el Pequeo Jesús y deseo que la alegría de Jesús entre a cada corazón. Hijitos, con el mensaje les doy una bendición junto con mi Hijo Jesús, a fin de que la paz pueda reinar en cada corazón. Yo los amo, hijitos, y los invito a todos ustedes a acercarse a Mí por medio de la oración. Ustedes hablan y hablan, pero no oran. Por eso, hijitos, decídanse por la oración; sólo de esa manera ustedes serán felices y Dios les dará lo que ustedes buscan de El. Gracias por haber respondido a mi llamado!
   




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Para que Dios pueda vivir en sus corazones, deben amar.

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