Mensajes de Medjugorje

¡Queridos hijos! Los invito a entregarse completamente a Dios. Que todo lo que ustedes posean esté en manos de Dios, porque sólo así tendrán gozo en sus corazones. Queridos hijitos, regocíjense en todo lo que posean y den gracias a Dios porque todos es regalo de Dios para ustedes. De esta forma, en sus vidas, ustedes podrán dar gracias por todo y descubrir a Dios en todo, incluso en la flor más pequea. Ustedes experimentarán un gran gozo. Ustedes experimentarán a Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Los invito a un abandono total a Dios. Los invito al gran regocijo y a la paz que sólo Dios da. Yo estoy con ustedes e intercedo cada día por ustedes ante Dios. Queridos hijitos, los invito a escucharme y a vivir los mensajes que Yo les doy desde hace ya varios aos. Todos ustedes están llamados a la santidad, pero ustedes todavía están lejos de ella. Yo les doy mi bendición. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy los invito a la oración con el corazón. Durante este tiempo de gracia Yo deseo que cada uno de ustedes esté unido con Jesús, pero sin la oración incesante ustedes no podrán experimentar la belleza y la grandeza de la gracia que Dios les ofrece. Por tanto, hijitos, en todo momento llenen sus corazones incluso con las más pequeas oraciones. Yo estoy con ustedes y velo incesantemente por cada corazón que se entrega a Mí. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! También hoy los invito al camino de la santidad. Oren para que puedan comprender la belleza de este camino en el que Dios se manifiesta a ustedes de manera especial. Oren, para que puedan estar abiertos a todo lo que Dios desea hacer a través de ustedes y para que puedan agradecer a Dios en sus vidas y regocijarse por todo lo que El hace por medio de cada uno de ustedes. Yo les doy mi bendición. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Los invito a la paz. Vivan la paz en su corazón y a su alrededor para que todos puedan conocer la paz que no proviene de ustedes sino de Dios. Hijitos, hoy es un gran día, regocíjense Conmigo! Celebren el nacimiento de Jesús con mi paz, la paz con la que Yo vine como su Madre, Reina de la Paz. Hoy les doy una bendición especial. Llévenla a cada criatura de tal manera que cada una pueda tener paz. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Los invito a la oración para que en la oración, ustedes tengan un encuentro con Dios. Dios Se ofrece y Se da a ustedes. Pero El desea de ustedes que ustedes respondan con libertad a Su llamado. Por eso, hijitos, encuentren durante el día un tiempo para poder orar en paz y con humildad y encontrarse con Dios el Creador. Yo estoy con ustedes e intercedo por ustedes ante Dios. Por tanto, estén atentos, a fin de que cada encuentro en la oración sea un encuentro gozoso con Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Los invito a vivir diariamente los mensajes que Yo les doy, especialmente, queridos hijos, porque deseo acercarlos más al Corazón de Jesús. Queridos hijos, hoy los invito a la oración dirigida a mi queridos Hijo Jesús, a fin de que cada uno de sus corazones sean de El y además los invito a consagrarse a mi Corazón Inmaculado. Deseo que ustedes se consagren personalmente, como familias y como parroquias, de tal modo que todos ustedes le pertenezcan a Dios a través de mis manos. Por tanto, queridos hijitos, oren para que ustedes puedan comprender la grandeza de este mensaje que les doy. Yo no quiero nada para mí, sino todo por la salvación de sus almas. Satanás es fuerte y, por tanto, queridos hijitos, ustedes, por medio de la oración constante, apriétense fuertemente a mi corazón maternal. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Los invito a todos, sin distinción, al camino de la santidad en sus vidas. Dios les ha concedido el don de la santidad. Oren, para que lleguen a conocerlo cada vez más y así ustedes podrán dar testimonio de Dios cada vez más con sus vidas. Queridos hijos, Yo los bendigo e intercedo por ustedes ante Dios para que su camino y su testimonio sean completos y se conviertan en una alegría para Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy los invito a todos a regocijarse continuamente por la vida que Dios les concede. Mis queridos hijos, regocíjense en Dios el Creador, porque El los ha creado de manera tan maravillosa. Oren para que sus vidas estén llenas de una gozosa acción de gracias que brote desde su corazón, como un río de alegría. Mis queridos hijos, den incesantemente gracias a Dios por todo lo que poseen, por cada pequeo don que Dios les ha concedido. De esa forma, la bendición gozosa de Dios descenderá siempre sobre sus vidas. Gracias por haber respondido a mi llamado!
   




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Para que Dios pueda vivir en sus corazones, deben amar.

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