Mensaje, 7 de noviembre de 1985


¡Queridos hijos! Los invito a amar a su prójimo y sobre todo a amar a quien les hace mal. Así, con el amor, ustedes podrán discernir las intenciones del corazón. Oren y amen, queridos hijos. Con el amor podrán hacer también aquello que les parece imposible. Gracias por haber respondido a mi llamado!
Para de comparación con distinto lingüístico versión escoja

Para que Dios pueda vivir en sus corazones, deben amar.

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