Mensaje, 15 de mayo de 1986


 
¡Queridos hijos! Hoy los invito a entregarme su corazón, para que Yo pueda cambiarlo y hacerlo semejante a mi Corazón. Ustedes se preguntan, queridos hijos, por qué no son capaces de hacer todo lo que Yo les pido. No lo pueden hacer porque no me han entregado su corazón para que Yo lo cambie. Ustedes hablan, pero no lo hacen. Los invito a hacer todo aquello que Yo les digo. De esa manera, Yo estaré con ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado!
Para de comparación con distinto lingüístico versión escoja

Para que Dios pueda vivir en sus corazones, deben amar.

`