Mensaje, 26 de junio de 1986


¡Queridos hijos! En estos días, el Seor me ha permitido construir este oasis de paz. Yo deseo invitarlos a conservarlo, de tal manera que siempre sea puro. Hay algunos que con su desinterés destruyen la paz y la oración. Los invito a dar testimonio y a colaborar con sus vidas a conservar la paz. Gracias por haber respondido a mi llamado!
Para de comparación con distinto lingüístico versión escoja

Para que Dios pueda vivir en sus corazones, deben amar.

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