Comentario del Mensaje, 25 de octubre de 1997


¡Queridos hijos! Hoy también estoy con ustedes y los invito a todos a fin de que se renueven viviendo mis mensajes. Hijitos,que la oración sea vida para ustedes y que sean un ejemplo para los demás. Hijitos, deseo que lleguen a ser portadores de paz y del gozo de Dios en el mundo de hoy sin paz. Por tanto, hijitos, oren, oren oren! Yo estoy con ustedes y los bendigo con mi paz maternal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!

Los saludo a todos cordialmente y, como siempre, recordemos el mensaje de Septiembre. María, en cierto modo, nos invitó a preguntarnos dónde está Dios en nuestra vida, qué lugar ocupa El, porque en el primer renglón Ella dijo que hemos de orar a fin de entender que sin amor no podemos comprender que Dios debe estar en primer lugar en nuestra vida. Así pues, siempre queda la pregunta, ¿tiene Dios el primer lugar en mi vida? También podemos entenderlo de este modo. María aborda el Primer Mandamiento -- Yo soy el Señor tu Dios, no tendrás otro dios fuera de Mí. En realidad, podemos decir que hay cuatro cosas que ocupan el primer lugar en nuestro corazón:

1) Nosotros mismos -- esto es, nosotros tenemos ese lugar y significa que estamos en peligro de orar y adorarnos nosotros mismos. Cuando una persona se coloca en ese primer lugar, siempre estará tentada a disminuir a los demás, de tal modo que ella misma siga siendo grande. Alguien así es un egoísta que siempre protege su propia posición y habla mal de los demás, los denigra y quiere esclavizarlos. No es bueno que una persona se adore a sí misma y siempre debemos recordar el Mandamiento de quehemos de amar a los demás como a nosotros mismos. La persona puede amarse a sí misma, pero nunca adorarse.

2) Otra persona -- si damos a alguien el primer lugar en nuestra vida. Cuando esto sucede, quedamos esclavizados, hacemos lo que él o ella quieren y no lo que debemos hacer. Esto sucede hoy en día con mucha frecuencia y el resultado es que dirigimos nuestras súplicas a alguien más. Por eso es que oímos a menudo el término "crisis de identidad". Esto significa que la persona no sabe ya quién es. ¿Pero cómo puede saberlo si oramos a alguien diferente y no a Dios? De ahí que a lo largo del tiempo, incluso esta época, haya sido posible la existencia de dictadores. Esto sucede cuando nos sometemos a alguien y estamos dispuestos a hacer cualquier cosa por él. Es el caso del comunismo así como de otras dictaduras. Y es también lo que ocurre en cualquier guerra, cuando una persona hace el mal y luego dice que le ordenaron que lo hiciera. No es digno del hombre someterse a otra persona. Hay que amar a los demás, pero no adorarlos.

3) Las cosas materiales -- y cuando esto sucede, sólo tenemos una regla: acumular más y más. Bajo esta regla, todo está permitido -- la violencia, el fraude, el robo, la deshonestidad, a fin de poder acumular más. ¡Las cosas materiales son un amo terrible! Ciegan a la persona en cuanto a lo que ya posee, mientras que sólo tiene ojos para aquello que no tiene. De este modo, no le es posible tener paz del todo, se destruye a sí misma, a los demás, a su propia familia y está dispuesta a destruir el mundo entero sólo para tener más. No es digno del hombre colocar las cosas materiales en primer lugar en su vida.

4) Dios mismo. El se ofrece a nosotros y desea servirnos, como pan, como camino, como verdad, como vida, como luz, como amor y como misericordia. El quiere servirnos para que también nosotros podamos servir a los demás y a la vida misma. El ofrece a cada persona la paz y desea darla completamente, pero las condiciones para que esto suceda son muy claras -- conversión, oración y ayuno, tener fe, confianza, ser buenos y misericordiosos, amar a los demás y ver a Dios en ellos. Pero todo esto no es fácil y así, frecuentemente preferimos colocarnos nosotros mismos, a otros o las cosas materiales en primer lugar, con la esperanza de que nos den la paz. Todo eso es mentira, excepto lo que Dios nos dice. La paz es posible pero SOLO a través del amor a Dios, a los demás y a uno mismo. Por tanto, quiero invitarlos a todos a orar continuamente para que Dios nos libere de los dioses falsos y que SOLO El tenga el primer lugar en nuestras vidas.

Por el momento, Jacov, Marija, Mirjana e Ivanka están en Medjugorje. Marija pasó todo el mes de Octubre con sus tres pequeños hijos. Ella habla diariamente con los peregrinos y está disponible para todos. También Jacov da testimonio y viene a la Rectoría para la aparición. Ivan está en E.U. y hace algunos días, también Vicka viajó allá para participar en varias conferencias. Igualmente, Jacov se está preparando para un viaje a América. Mirjana e Ivanka están en casa. Ivanka permanece enteramente recluida en la región y en casa. Mirjana habla con los peregrinos casi a diario. Podría decirse que los videntes, después de 16 años y cuatro meses, siempre han estado dispuestos a compartir su testimonio acerca de lo que María les dice con todos los que vienen aquí.

Medjugorje está repleto de peregrinos. Por el momento están con nosotros cerca de 500 peregrinos de Sudamérica, casi todos ellos representantes de Centros de Paz. Pertenecen a unos 20 países. Esta es la octava Conferencia organizada por los seguidores de Medjugorje. El año pasado decidieron celebrar su octavo encuentro aquí, en Medjugorje. El lema fue elegido de acuerdo al programa del Santo Padre. Este año está consagrado a Dios el Hijo, Jesús, y por eso el título de la Conferencia es: MARIA NOS LLEVA A JESUS. El encuentro durará una semana -- del 25 al 31 de Octubre. El programa se inició en la Colina de las Apariciones y hablarán los videntes que están aquí, nuestro Párroco, Fray Ivan Landeka, Fray Jozo, Fray Slavko y otros. Al mismo tiempo, en la última semana de Octubre estarán con nosotros 1,500 peregrinos franceses que han venido a tener un retiro. También nos visita un gran número de peregrinos de Rumania, Hungría, Eslovaquia, Alemania e Italia. En los primeros 20 días de Octubre tuvimos a más de 1000,000 comulgantes. Cada tarde concelebran un promedio de 50 sacerdotes y un número igual está disponible para confesar. Medjugorje está vivo y Dios, por intercesión de María, ciertamente está derramando muchas gracias. Por ello nos sentimos muy agradecidos y pedimos a Dios que, durante este tiempo de gracia, seamos capaces de descubrirLo a través de María.

Por medio de Marija Pavlovic Lunetti recibimos de nuevo un mensaje de María, la Madre de Dios y Reina de la Paz. Una vez más nos dice...

TAMBIEN HOY ESTOY CON USTEDES

Nunca podremos enfatizar bastante que el primero, el más importante y el único mensaje nuevo de Medjugorje es la presencia diaria de Nuestra Señora. SOLO a través de esta presencia diaria podemos llegar a comprender lo que está sucediendo en Medjugorje y por qué es así. Simplemente no hay otra forma de explicar el fenómeno de Medjugorje. Dios, durante este tiempo, nos ha enviado a María, Reina de los Profetas, y Ella nos está hablando. Cuando nos preguntamos qué hace María aquí cada día, la respuesta es muy simple -- estar presente. Los peregrinos vienen porque Ella está aquí y Ella nos lleva a todos a Jesús.

Y LOS INVITO A TODOS A RENOVARSE VIVIENDO MIS MENSAJES

Ha sido enviada, como Ella misma dijo, para ayudarnos. Cada persona, sociedad, comunidad, la Iglesia, la humanidad y el mundo entero, todos necesitamos una renovación. La renovación consiste en nuestra necesidad de reconstruir las relaciones con nosotros mismos, los demás y con Dios. Lo único que María desea es paz, como nos dijo desde el principio. Esto es, paz para el alma, el espíritu, la mente y el cuerpo; para cada ser humano, para cada familia y para el mundo entero. Las relaciones con nosotros mismos, con los demás y con Dios están, en muchas personas, simplemente lastimadas. Esta renovación a la que María nos invita, concierne primero que nada a la sanación de dichas relaciones. Cuando el hombre se ve a sí mismo, a los demás y al mundo que lo rodea en el lugar justo, la vida se renueva. Pero no debemos olvidar que María nos llama a convertirnos y conversión significa para todos nosotros apartarnos de todo lo que destruye la vida y volvernos a Dios. La persona que se encuentra en el camino hacia Dios, se renueva y se vuelve una persona nueva. El hombre viejo es un hombre de pecado, mientras que el hombre nuevo es, como diría San Pablo, un hombre espiritual. Todos necesitamos en realidad una renovación así con nosotros mismos, con los demás y con Dios, porque si no lo hacemos, la humanidad se destruirá a sí misma. Es muy importante que una vez más escuchemos, aceptemos y luego vivamos las palabras de María -- TODAS las palabras de María y haciéndolo así, que también nos renovemos. Pero el mensaje más importante es realmente Su llamado a orar. María desea además...

QUE LA ORACION SEA LA VIDA PARA USTEDES

No es difícil descubrir que hay una crisis de oración entre los sacerdotes católicos. Muchos simplemente no oran. Muchos oran, pero sólo un poco. Hay personas que asisten a la Misa, pero que no oran a fin de penetrar en el misterio de la Eucaristía. Todo se resuelve cuando el amor a Dios, a los demás y a nosotros mismos nos es dado por Dios mismo. La oración se vuelve entonces la vida para nosotros, porque el amor de Dios está en nuestro corazón. Así, todo lo que hacemos se vuelve oración, porque la oración no es otra cosa que un encuentro con Dios. La persona que ora encuentra a Dios en todo lo que hace y sólo cuando alguien vive continuamente en la presencia de Dios puede convertirse en una persona nueva. De ahí que sólo a través del amor, la oración puede convertirse en nuestra vida y nuestra vida en una oración continua. San Pablo escribió para nosotros: "que todo lo que hagan sea para gloria de Dios." Si esta parroquia y todos los peregrinos vivimos esto, seremos también...

UN EJEMPLO PARA LOS DEMAS

La gente de hoy está en peligro de perderse. Como ya mencionamos anteriormente, muchos se quejan de que viven una "crisis de identidad" y eso significa que ya no saben quiénes son, lo que están llamados a hacer ni lo que se supone que deben hacer. Es ciertamente una situación muy difícil para esas personas, pero es posible ayudar quienes se deciden por una vida conforme al Evangelio. La gente cuyo corazón está vacío y ha perdido el sentido de la vida, estámuy abierta a lo que vivan los demás. Los tiempos de crisis son para nosotros, los cristianos, una nueva oportunidad no para juzgar al mundo o quejarnos de él, sino más bien una posibilidad para mostrar el camino a los demás y éste es el deseo de María -- llevar la luz a quienes en el presente se encuentran en la oscuridad, mostrar el camino correcto a quienes llevan uno equivocado, llevar la verdad a quienes se dejan guiar por la mentira y mostrar una vida nueva a todos los que han caído en la muerte. Las personas necesitan de ejemplos y los cristianos contamos con el ejemplo justo en las vidas de Jesús y María. Somos verdaderamente agraciados de poder estar con Jesús y María, de quienes podemos aprender cómo vivir, de quienes vienen todas las gracias a fin de que vivamos tal como estamos llamados a hacerlo y de ese modo, seamos ejemplo para los demás. Jesús llamó varias veces a los Apóstoles a ser luz del mundo o como una ciudad encendida en la cima de un monte que muestra al resto del mundo el camino a seguir. No es fácil ser un ejemplo para los demás pero, por la gracia de Dios y la intercesión de Nuestra Señora, es posible.

YO DESEO QUE LLEGUEN A SER PORTADORES DE PAZ

Su meta principal y el título que Ella misma se dio cuando comenzó a aparecerse aquí fue el de Reina de la Paz. Por tanto, quiere que cada uno de nosotros seamos portadores de paz. Pero para ello existe también una condición -- que en nuestras vidas reine efectivamente la paz de Dios. Para que eso ocurra en nuestro corazón, debemos ser verdaderamente libres -- libres de cualquier dependencia a este mundo y completamente libres para Dios. Dios nos da la paz cuanto trabajamos con El por la paz y para tener paz en el corazón, debemos ser capaces de perdonar, reconciliarnos con los demás, amarlos y ser buenos. Esto concierte a la paz auténtica de la cual hablaron los profetas auténticos en la Biblia. Pero el hombre siempre se siente tentado a confiar en falsos profetas, esperando alcanzar la paz por el camino equivocado. Esto es siempre una decepción de la que debemos librarnos para vivir en auténtica paz. La paz es el anhelo más profundo del corazón del hombre, pero para tenerla debemos luchar constantemente contra el egoísmo, la soberbia, los celos y cualquier otra pasión negativa. María desea también que llevemos

EL GOZO DE DIOS

Hay que distinguir cuidadosamente entre egoísmo y gozo. Todos estamos tentados a buscar el gozo a través del placer, pero se trata de un gozo superficial que no basta para la vida. El gozo real siempre viene acompañado de paz, porque la persona que lucha contra lo negativo en su interior, la persona que está dispuesta a sacrificarse por los demás, es capaz de tener el gozo real y auténtico que SOLO viene de Dios. Es el gozo que dijo Jesús que debemos tener cuando otros están en contra nuestra, cuando nos persiguen a causa de la justicia, porque nuestros nombres están escritos en el libro de la vida. El gozo que viene de Dios no excluye los problemas, dificultades, lágrimas y cruces, sino que es una gracia que significa simultáneamente la fortaleza que nos ayuda en todo lo que pueda suceder, estando siempre conscientes de que Dios nos da gozo y paz -- un gozo y una paz que el mundo simplemente NO PUEDE dar. María desea que cada uno de nosotros llevemos paz y gozo...

AL MUNDO DE HOY SIN PAZ

Si pensamos en la juventud, en las familias, en los países y en las diversas nacionalidades, vemos perfectamente que no existe en ellas algo así como la paz. De igual modo, podemos decir que este mundo es un mundo triste. Los que sólo persiguen el placer se desilusionan profundamente y luego se entristecen. En esa tristeza ocurren otras cosas negativas que destruirán su corazón, sus familias y finalmente, a toda la humanidad. Mientras que quienes están llenos del gozo de Dios ayudan a muchas personas en este mundo. Basta visualizar simplemente la sonrisa de la Madre Teresa para pensar y entender lo que esto significa, porque el gozo al que María nos llama realmente viene sólo de Dios y puede por tanto permanecer en el corazón que aceptado la gracia de Dios para ser capaces de amar. De nuevo, debemos ser conscientes de que los cristianos no hemos sido enviados al mundo a juzgarlo, criticarlo ni acusarlo y tampoco a proclamarle sólo lo negro, las catástrofes y el apocalipsis. Más bien, la situación del mundo actual es una buena oportunidad para que le ofrezcamos la paz y el gozo de Dios. Nosotros, en Medjugorje, constantemente somos testigos del hecho que Dios nos da el gozo y la paz. Esto es igualmente la fuerza de Medjugorje y por eso vienen siempre más personas. Seguramente Dios, en Su amor y misericordia, dará Su paz y Su gozo a todas las personas. Pero al igual que en el mensaje de Septiembre, también ahora María dice...

POR ESO, HIJITOS, ¡OREN, OREN, OREN! ...

y lo repite tres veces. Todos estamos dispuestos a aceptar la paz y el gozo que anhelamos tan profundamente, pero tristemente no siempre estamos dispuestos a aceptar las condiciones que nos traen gozo y paz. Una de esas condiciones es la oración. La oración es un encuentro con Dios y Dios es la fuente de toda paz y gozo auténticos. Si nos encontramos con Dios en la oración, siempre tendremos gozo y si pensamos en los sufrimientos y en la Cruz de Jesús y todo ello con María a Su lado, no debemos olvidar que Jesús murió en la Cruz en paz y con gozo; que María también lo sufrió todo, junto con El, en paz y con gozo. Jesús y María reconocieron, aceptaron y vivieron todo lo que les sucedió como voluntad de Dios. Esta es la razón para que cualquier persona pueda tener gozo y paz. Que cualquier sufrimiento y cualquier cruz pueda transformarse para bien es algo especial acerca del gozo cristiano. Pero siempre existe el peligro de que estos mensajes y las palabras que contienen se vuelvan vacíos si nosotros, en nuestra oración, no trabajamos por ello de todo corazón. Finalmente, María dice de nuevo...

YO ESTOY CON USTEDES Y LOS BENDIGO CON MI BENDICION MATERNAL

Si pensamos tan solo en la relación entre madre e hijo, todo nos resulta claro. La madre es siempre fuente de paz para los hijos. Un niño que descansa en el regazo de su madre vive la experiencia de la paz maternal y es bendecido con esa paz. Los hijos que no han experimentado el amor de sus padres, en un auténtico sentido, tal como Dios lo desea, saben muy bien lo que significa recibir una bendición maternal. La presencia de María aquí en Medjugorje es también una gracia enorme en este sentido. Ella viene y nos bendice a todos con esa paz maternal. Nosotros, sin embargo, debemos estar abiertos y dispuestos a aceptar esa paz y así, dentro de este contexto también, sólo queda repetir algo más -- que debemos orar y luego, a través de nuestra oración, abrir el corazón para que Dios pueda hacer exactamente como ha prometido.

Por eso, Oremos...

Dios, Padre nuestro, Tú eres la fuente de todo gozo y paz. Ahora que hemos entrado en las palabras de María, Tu humilde sierva, Te pedimos que nos des la gracia de poder todos vivir el mensaje que nos das a través de María y que a través de ello, nuestras vidas sean renovadas. Libéranos de todo lo que en nosotros se ha vuelto viejo y enfermo, renuévanos para que podamos ser personas nuevas -- hombres y mujeres espirituales que viven el amor, la esperanza y la fe. Llena nuestros corazones con el espíritu de oración para que la oración pueda ser nuestra vida y así podamos ser ejemplo para los demás. Libéranos de todo lo que nos impide orar con el corazón y encontrarnos Contigo en la oración. Libéranos de todos los dioses falsos y de todo lo que nos impide permitirte tomar el primer lugar en nuestro corazón. Envía Tu espíritu de oración a todas las personas que no oran, que oran sólo un poco o que aún tienen problemas con la oración. Llena nuestros corazones, oh Padre, con Tu paz y Tu gozo para que seamos portadores y testigos de Tu paz y Tu gozo para todos los que encontremos o con quienes convivimos. Danos la gracia de poder descubrir que Tú eres el Unico que puedes darnos la paz, porque Tú eres la paz. Te damos gracias porque es Tu voluntad que tengamos paz. Bendice al mundo presente sin paz. Bendice a todas las personas que van por el camino equivocado siguiendo a falsos profetas y que por tanto son descarriados. Dales Tu paz, revélales Tu santa voluntad que quiere darnos a todos la paz. Da a la Iglesia entera el espíritu de oración para que, en la escuela de María, podamos realmente dar a todos los demás el amor del Padre amoroso. Llena nuestros corazones con la bendición maternal de María para que podamos vivir Tu paz diariamente y así la llevemos a los demás, en el nombre de Tu Hijo Jesucristo, por el Espíritu Santo y la intercesión de María, Te suplicamos que nos escuches porque Tú vives y reinas por toda la eternidad. Amén.

Fra. Slavko , Medjugorje,

Medjugorje, Octubre 27 de 1997

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Para que Dios pueda vivir en sus corazones, deben amar.

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