Semanales Mensajes de Medjugorje

Muchos fieles se conmovieron por el último mensaje de Nuestra Señora. Algunos presentían que la Virgen ya no daría más mensajes a la parroquia. Pero esa tarde, Ella dijo:
Yo les hablo y deseo seguirles hablando en el futuro. Pero ustedes deben escuchar mis palabras.
¡Queridos hijos! Hoy estoy muy feliz porque hay muchos de ustedes que desean consagrarse a Mí. Les doy las gracias! No se han equivocado. Mi hijo Jesucristo desea concederles -a través de Mí- gracias particulares. Mi Hijo está contento por su consagración a Mí. Gracias a todos los que han respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Ya les he dicho que Yo los he escogido de manera especial tal y como son. Yo soy la Madre que los ama a todos. En esos momentos en que las cosas se pongan difíciles, no tengan miedo. Porque Yo los amo también cuando están lejos de Mí y de mi Hijo. Les ruego que no permitan que mi Corazón llore lágrimas de sangre a causa de las almas que se pierden en el pecado. Por lo tanto, queridos hijos, oren, oren, oren!
Era la fiesta de la Ascensión. Estaban presentes muchas personas de fuera. Nuestra Señora no dio ningún mensaje. Dijo a la vidente Marija que daría el mensaje el sábado, para que fuera comunicado a las personas el domingo.)
¡Queridos hijos! Esta tarde les quiero pedir que durante esta Novena oren por la efusión del Espíritu Santo sobre sus familias y sobre su parroquia. Oren y no se arrepentirán! Dios les concederá Sus dones, con los cuales ustedes Lo glorificarán hasta el fin de sus vidas terrenas. Gracias por haber respondido a mi llamado!
El último jueves, Nuestra Señora otra vez no dio ningún mensaje para la parroquia. Ella prometió que lo dará esa tarde. El mensaje fue:
¡Queridos hijos! Mañana por la noche (Fiesta de Pentecostés) oren para recibir el Espíritu de la verdad, en particular ustedes los de la parroquia. Porque les es necesario para que puedan transmitir los mensajes así como son, sin agregar ni quitar nada, tal y como Yo se los doy. Oren para que el Espíritu Santo les infunda el espíritu de oración. Yo, como su Madre, me doy cuenta que ustedes aún oran poco. Gracias por haber respondido a mi llamado!
Oren, oren, oren! Gracias por haber respondido a mi llamado!
No hubo ningún mensaje particular para la parroquia.
¡Queridos hijos! Hoy quiero decirles que deben orar antes de iniciar cada trabajo y terminarlo con oración. Si lo hacen así, Dios los bendecirá a ustedes y su trabajo. En estos días ustedes han estado orando poco y trabajando mucho. Por tanto, oren. En la oración encontrarán descanso. Gracias por haber respondido a mi llamado!
   




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Para que Dios pueda vivir en sus corazones, deben amar.

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