Mensual Mensajes de Medjugorje - Ultimo de Año 1987

¡Queridos hijos! Alégrense Conmigo: mi Corazón se regocija a causa de Jesús, a Quien quiero regalarles en este día. Yo deseo que cada uno de ustedes abra su corazón a Jesús, Yo se los doy con amor. Deseo, queridos hijos, que Dios los transforme, los instruya y los proteja. Hoy oro por cada uno de ustedes de manera especial y los presento ante el Seor, para que El Se revele a ustedes. Los invito a la verdadera oración del corazón, a fin de que su oración sea un encuentro con el Seor. Concedan al Seor el primer lugar en sus vidas cotidianas. Hoy los invito con gran seriedad a obedecerme y a hacer todo lo que Yo les digo. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! También hoy los invito a cada uno de ustedes a decidirse de nuevo y a abandonarse totalmente a Mí. Sólo así, podré también presentarlos a cada uno de ustedes a Dios. Queridos hijos, ustedes saben que Yo los amo inmensamente y que los quiero a cada uno de ustedes para Mí. Pero Dios les ha dado a todos la libertad, que YO respeto con amor y ante la cual me someto con humildad. Yo deseo que ustedes, queridos hijos, colaboren a que se realice todo lo que Dios ha planeado para esta parroquia. Si ustedes no oran, no serán capaces de descubrir mi amor y los planes que Dios tiene para esta parroquia y para cada uno de ustedes. Oren, para que Satanás no los atraiga con su orgullo y su falso poder. Yo estoy con ustedes y deseo que me crean que Yo los amo. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy deseo invitarlos a que cada uno de ustedes se decida por el Paraíso. El camino es difícil para aquellos que no se han decidido por Dios. Queridos hijos, decídanse y crean que Dios Se ofrece a ustedes en toda Su plenitud. Ustedes están invitados y es necesario que respondan al Padre que los invita a través mío. Oren, porque en la oración, cada uno de ustedes pueden alcanzar el amor pleno. Los bendigo y deseo ayudarlos a que cada uno de ustedes se encuentre bajo mi manto. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! También hoy deseo invitarlos a la oración. Que la oración sea para ustedes la vida. Queridos hijos, consagren su tiempo sólo a Jesús y El les dará todo lo que ustedes buscan. El Se manifestará a ustedes en toda Su plenitud. Queridos hijos, Satanás es fuerte y acecha a cada uno de ustedes para ponerlos a prueba. Oren! Así no podrá hacerles dao ni obstaculizarlos en el camino de la santidad. Queridos hijos, a través de la oración, crezcan día a día en la intimidad con Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! También hoy los llamo a todos a que se decidan a vivir los mensajes. Dios me ha concedido también en este ao, que la Iglesia me ha consagrado, poder hablarles e invitarlos a la santidad. Queridos hijos, pidan a Dios las gracias que El les concede a través mío. Yo estoy dispuesta a interceder ante Dios por todo aquello que ustedes buscan, porque Dios me ha permitido obtener esas gracias para ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy quisiera envolverlos con mi manto y guiarlos por el camino de la santidad. Yo los amo y por eso deseo que ustedes sean santos. No quiero que Satanás los obstaculice en este camino. Queridos hijos, oren y acepten todo lo que Dios les presenta en este camino, que es doloroso. Pero a quien comience a recorrerlo, Dios le revelará toda la dulzura de modo que pueda responder a cada llamado Suyo. No den importancia a las pequeas cosas sino que aspiren al Cielo y a la santidad. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy les doy las gracias y deseo invitarlos a la paz de Dios. Yo deseo que cada uno de ustedes experimente en su corazón esa paz que sólo Dios da. Hoy quiero bendecirlos a todos; los bendigo con la bendición del Seor. Les suplico, queridos hijos, que sigan y que vivan mi camino. Yo los amo, queridos hijos, y por eso los llamo -no sé ya cuántas veces- y les agradezco todo aquello que ustedes están haciendo por mis intenciones. Les suplico que me ayuden, para que Yo pueda ofrecerlos al Seor para que El los salve y los guíe por el camino de la salvación. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Los invito a cada uno de ustedes a comenzar a vivir en el amor de Dios. Queridos hijos, ustedes están listos para pecar y ponerse en manos de Satanás, sin reflexionar. Yo los invito a cada uno de ustedes a decidirse conscientemente por Dios y contra Satanás. Yo soy su Madre; por tanto, Yo deseo conducirlos a todos a la santidad completa. Yo deseo que cada uno de ustedes sea feliz aquí en la tierra y que cada uno de ustedes esté Conmigo en el Cielo. Esta es, queridos hijos, la razón de mi venida aquí y mi deseo. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! También hoy los invito a todos a la oración. Ustedes saben, queridos hijos, que Dios les concede gracias especiales en la oración. Por tanto, busquen y oren para que puedan comprender todo lo que Yo les ofrezco aquí. Yo los invito, queridos hijos, a la oración con el corazón; ustedes saben que sin la oración, no podrán comprender todo lo que Dios planea para cada uno de ustedes. Por eso, oren. Yo deseo que a través de cada uno de ustedes se realice el plan de Dios, que crezca todo lo que Dios ha sembrado en sus corazones. Por tanto, oren para que la bendición de Dios los proteja a cada uno de ustedes del mal que los amenaza. Yo los bendigo, queridos hijos. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy les agradezco su presencia en este lugar, en el cual Yo les ofrezco gracias especiales. Los invito a cada uno de ustedes a comenzar a vivir la vida que Dios desea de ustedes y a comenzar a hacer buenas obras de amor y misericordia. No deseo que ustedes, queridos hijos, vivan los mensajes y al mismo tiempo sigan pecando, porque eso no es de mi agrado. Por tanto, queridos hijos, Yo deseo que cada uno de ustedes comience una nueva vida y que no destruyan todo aquello que Dios está obrando en ustedes y que El les da. Les doy mi bendición especial y me quedo con ustedes en su camino de conversión. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Hoy deseo envolverlos con mi manto y conducirlos a todos hacia el camino de la conversión. Queridos hijos, les ruego, entreguen al Seor todo su pasado, todo el mal que se ha acumulado en sus corazones. Yo deseo que cada uno de ustedes sea feliz, pero con el pecado nadie puede serlo. Por tanto, queridos hijos, oren y en la oración, ustedes conocerán el nuevo camino del gozo. El gozo se manifestará en sus corazones y así podrán ser testigos gozosos de lo que Yo y mi Hijo deseamos de cada uno de ustedes. Yo los bendigo. Gracias por haber respondido a mi llamado!
¡Queridos hijos! Quiero invitarlos a comenzar a vivir a partir de hoy una nueva vida. Queridos hijos, Yo deseo que ustedes entiendan que Dios los ha escogido a cada uno de ustedes, a fin de usarlos en Su plan de salvación para la humanidad. Ustedes no pueden comprender, cuán gran de es su papel en el plan de Dios. Por tanto, queridos hijos, oren, para que en la oración ustedes lleguen a comprender el plan de Dios. Yo estoy con ustedes, a fin de que puedan realizarlo completamente. Gracias por haber respondido a mi llamado!
   




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Para que Dios pueda vivir en sus corazones, deben amar.

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