Mensual Mensajes de Medjugorje - Ultimo de Año 2013

Queridos hijos! Les traigo al Rey de la Paz, para que El les dé su paz. Ustedes, hijitos, oren, oren, oren. El fruto de la oración se podrá ver en los rostros de las personas que se han decidido por Dios y su Reino. Yo, con mi Hijo Jesús, los bendigo a todos con la bendición de la paz. Gracias por haber respondido a mi llamado.
Queridos hijos! Hoy los invito a todos a la oración. Abran profundamente la puerta del corazón, hijitos, a la oración, a la oración con el corazón, y entonces el Todopoderoso podrá obrar en vuestra libertad y comenzará la conversión. La fe llegará a ser tan firme que podrán decir con todo el corazón: ‘mi Dios, mi todo`. Comprenderán, hijitos, que aquí en la Tierra todo es pasajero. Gracias por haber respondido a mi llamado.
Queridos hijos! Hoy los invito a abrirse a la oración. La oración hace milagros en ustedes y a través de ustedes. Por eso, hijitos, en la simplicidad del corazón, pidan al Altísimo que les dé la fuerza de ser hijos de Dios y que satanás no los agite como el viento agita las ramas. Hijitos, decídanse nuevamente por Dios y busquen sólo Su voluntad, y entonces encontrarán en El alegría y paz. Gracias por haber respondido a mi llamado.
Queridos hijos! También hoy los invito a la oración. Que vuestra relación con la oración sea cotidiana. La oración hace milagros en ustedes y a través de ustedes, por eso hijitos, que la oración sea alegría para ustedes. Así entonces, su relación con la vida será más profunda y más abierta, y comprenderán que la vida es un don para cada uno de ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.
¡Queridos hijos! También hoy el Altísimo me concede la gracia de estar con ustedes y de guiarlos hacia la conversión. Día tras día yo siembro y los invito a la conversión para que sean oración, paz, amor, y trigo que al morir produce el céntuplo. No deseo que ustedes, queridos hijos, tengan que arrepentirse por todo lo que pudieron hacer y no hicieron. Por eso hijitos, digan de nuevo con entusiasmo: “Deseo ser un signo para los demás”. Gracias por haber respondido a mi llamado.
¡Queridos hijos! Con alegría en el corazón, a todos los invito a vivir su fe y a testimoniarla con el corazón y el ejemplo en todas sus manifestaciones. Hijitos, decídanse por estar lejos del pecado y de las tentaciones, y que en vuestros corazones estén la alegría y el amor por la santidad. Yo, hijitos, los amo y los acompaño con mi intercesión ante el Altísimo. Gracias por haber respondido a mi llamado.
¡Queridos hijos! Los amo a todos con alegría en el corazón, y los invito a acercarse a mi Corazón Inmaculado, para que Yo pueda acercarlos aún más a mi Hijo Jesús y para que Él pueda darles su paz y su amor, que son alimento para cada uno de ustedes. Abranse hijitos a la oración, ábranse a mi amor. Yo soy vuestra Madre y no puedo dejarlos solos en el deambular y el pecado. Hijitos, ustedes son llamados a ser mis hijos, mis hijos amados, para poder presentarlos a todos a mi Hijo. Gracias por haber respondido a mi llamado.
¡Queridos hijos! Hoy los invito a ser fuertes y decididos en la fe y en la oración, hasta que sus oraciones sean tan fuertes que abran el Corazón de mi amado Hijo Jesús. Oren hijitos, oren sin cesar hasta que vuestro corazón se abra al amor de Dios. Yo estoy con ustedes e intercedo por todos ustedes y oro por su conversión. Gracias por haber respondido a mi llamado.
¡Queridos hijos! Oren, oren, y sólo oren, hasta que su corazón se abra a la fe, como una flor se abre a los cálidos rayos del sol. Este es un tiempo de gracia que Dios les da a través de mi presencia, sin embargo, ustedes están lejos de mi Corazón, por eso los invito a la conversión personal y a la oración familiar. Que la Sagrada Escritura sea siempre un estímulo para ustedes. Los bendigo a todos con mi bendición maternal. Gracias por haber respondido a mi llamado.
¡Queridos hijos! En este tiempo de gracia, los invito a tomar en sus manos la cruz de mi amado Hijo Jesús y a meditar acerca de Su Pasión y Muerte. Que vuestros sufrimientos estén unidos a Su sufrimiento y así vencerá el amor, porque El, que es el amor, por amor se dio a sí mismo para salvar a cada uno de ustedes. Oren, oren, oren hasta que el amor y la paz reinen en sus corazones. Gracias por haber respondido a mi llamado.
¡Queridos hijos! También hoy los invito a la oración. El pecado los atrae hacia las cosas terrenales, yo, por el contrario, he venido a guiarlos hacia la santidad y hacia las cosas de Dios; sin embargo, ustedes se resisten y desperdician sus energías en la lucha entre el bien y el mal que están dentro de ustedes. Por eso hijitos, oren, oren, oren hasta que la oración se convierta para ustedes en alegría, así su vida se convertirá en un simple camino hacia Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado.
¡Queridos hijos! También hoy los invito a la oración. Que vuestra oración se haga tan fuerte como piedra viva, hasta que con sus vidas se conviertan en testigos. Testimonien la belleza de su fe. Yo estoy con ustedes e intercedo ante mi Hijo por cada uno de ustedes. Gracias por haber respondido a mi llamado.
   




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Para que Dios pueda vivir en sus corazones, deben amar.

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